3/3/08

ERNESTO CARDENAL


pablo milanes - lagrimas negras.mp3 cliquear para escuchar mientras se lee


Por Mario Benedetti[De Letras del contienente mestizo, Arca, 1972]

Es posible que Rubén Darío haya marcado para siempre a Nicaragua con una certidumbre poética; lo cierto es que, en el presente, la poesía nicaragüense es una de las más vivas y originales de América Latina. Desde la aparición, en 1949, de Nueva poesía nicaragüense (antología de Orlando Cuadra Downing, con una introducción de Ernesto Cardenal), los poetas nicaragüenses que integraron el núcleo de Vanguardia [1], fundado en 1928 gracias al impulso de José Coronel Urte­cho y Luis Alberto Cabrales, o aquellos otros que, sin haberlo integrado, participaron de algún modo en su corriente vivificadora, siguen activos y continúan renovándose, y es obvio que su producción ha influido grandemente en la zona del Caribe. Murieron Joaquín Pasos y Manolo Cuadra, pero siguen creando Pablo Antonio Cuadra (que además dirige la excelente revista El pez y la serpiente, José Coronel Urtecho, Carlos Martínez Rivas, Ernesto Mejía Sánchez, Ernesto Cardenal, Fernando Silva y Ernesto Gutiérrez.De este grupo quiero destacar el nombre de Ernesto Cardenal, autor de Hora 0 y Gethsemani, Ky. Cardenal, considerado como el más joven representan te de la generación del 40, nació en 1925, en Granada (al igual que José Coronel Urtecho y Joaquín Pasos), la más antigua ciudad de Nicaragua. Estudió en su país, en México y en Estados Unidos. Aunque; algunos poemas suyos, como La ciudad deshabitada (1946) y El conquistador (1947), aparecieron en plaquet, la mayor parte de su obra ha sido publicada en revistas y se encuentra dispersa. Cardenal tomó parte en la rebelión de abril del 54; en 1957 ingresó en el monasterio trapense de Our Lady of Gethsemani (Kentucky, Estados Unidos) donde fue novicio de Thomas Merton, el conocido es­critor trapense norteamericano. No pudo, sin embargo, concluir el noviciado; por razones de salud debió desistir de profesar en la orden. No obstante, su vida ac­tual sigue siendo una vida ele retiro. Después de aban­donar la Trapa, pasó al monasterio benedictino de San­ta María de la Resurrección, en Cuernavaca, México [2].En 1949, en el excelente estudio que sirvió de introducción a la antología de Orlando Cuadra Downing, escribió Cardenal: "Nunca se ha escrito hasta ahora nada sobre la poesía nicaragüense, y el huir de la publicidad literaria ya se ha hecho casi una tradición en Nicaragua; acaba de morir un gran poeta nuestro sin dejar publicado un solo libro, y casi todos los mejores poemas nicaragüenses, dichos al oído de la patria, no han salido de nuestra intimidad todavía. Es éste un silencio necesario a las obras verdaderas; pero creo que ya ha dado sus frutos ese silencio, que es ya mayor de edad la poesía nicaragüense y que ha llegado ya la hora de las publicaciones". Estas palabras de 1949 podrían quizá reflejar, mejor que cualesquiera otras, la actitud actual de Ernesto Cardenal con respecto a su propia obra: evidentemente, el silencio "ya ha dado sus frutos" y "ha llegado la hora de las publicaciones". De ahí que sus dos únicos libros aparezcan en forma si­multánea [3]. Lo poco que conozco de lo producido por Cardenal con anterioridad a estos delgados volúmenes, da testimonio de un lirismo espontáneo y cotidiano, pero también de un formidable dominio del verso, de una par­ticular aptitud para hacerlo sonar de un modo natural, comunicativo. "A propósito de las tardes con niebla y de las lluvias", así empieza Este poema lleva su nombre, y en ese tono de confidencia, de plática cordial, sigue hasta su término un comentario del amor, una suerte de ancho río verbal que constantemente recibe afluentes del buen humor, la lucidez y la ternura. Ya por ese entonces, Cardenal era un diestro en la adje­tivación, que tanto le servía para tonificar una idea ("el balcón lacrimoso sin petunias"; "plaza de ojerosos relojes") como para sensibilizar una metáfora ("tu piel alimenticia, tu tibieza suficiente en el invierno").En sus dos libros, Cardenal se apoya en tenlas muy dispares. Hora 0 incluye cuatro poemas, escritos en Nicaragua, en un período que va desde la rebelión de abril de 1954 hasta el fin de Anastasio Somoza, en setiembre de 1956, y se refieren sin eufemismos a temas revolucionarios. Gethsemani, Ky, por cl contrario, incluye, veintinueve poemas, referidos a sus años de noviciado en la Trapa. Mientras estuvo en Getbsemani, no le fue permitido a Cardenal. escribir poesía. Sólo podía tomar apuntes. Mediante una elaboración posterior, aquellos apuntes se han convertido en estos poemas.Los poemas de Hora 0, particularmente el dedicado a Sandino, deben ser de los más vigorosos y eficaces que ha dado la poesía política en América Latina. Si no fueran altamente compartibles por otras razones extrapoéticas, serían igualmente conmovedores por la indignación y la sinceridad que trasmiten. Cardenal utiliza todos los recursos de su sabiduría literaria, de su dominio de la metáfora, de su impulso verbal, para cu­brir de oprobio el nombre del déspota ("I was in a Concierto, dijo Sornoza"). Pero, curiosamente, Hora 0 no es un poema del odio, sino una serena radiografía de la vergüenza.En un reciente artículo, publicado en La Gaceta del Fondo de Cultura Económica, Cardenal ha manifestado: "He tratado principalmente de escribir una poesía que se entienda". Nunca como en los poemas de Hora 0, esa intención pareció tan clara, y a la vez tan intelectualmente gobernada, pero la poesía que de ellos se entien­de, más de un panfletario odio hacia Somoza, trasmite una honda, admirativa adhesión hacia la figura de Augusto César Sandino. Conviene aclarar que esta actitud no es para Cardenal cosa del pasado, ya que la primera publicación de los poemas en la Revista Mexicana de Literatura, fue autorizada por él desde el monasterio trapense en los años 1957 y 1959. Más aún: en la presente edición consta expresamente que su publicación ha sido autorizada por el autor como homenaje a Sandino en el 26° aniversario de su muerte. Y, realmente, qué mejor homenaje que la condensada semblanza inserta en los versos de Hora 0, destinados sin duda a preservar para las nuevas generaciones el retrato verdadero, la imagen esencial del héroe:"He is a bandido", decía Somoza, "a bandolero".Y Sandino nunca tuvo propiedades.Que traducido al español quiere decir:Somoza le llamaba a Sandino bandolero.Y Sandino nunca tuvo propiedades.Y Moncada le llamaba bandido en los banquetesy Sandino en las montañas no tenía saly sus hombres tiritando de frío en las montañas,y la casa de su suegro la tenía hipotecadapara libertar a Nicaragua, mientras en la Casa PresidencialMoncada tenía hipotecada a Nicaragua."Claro que no es" —dice el Ministro Americanoriendo— "pero le llamamos bandolero en sentido técnico".¿Qué es aquella luz allá lejos? ¿Es una estrella?Es la luz de Sandino en la montaña negra.Allá están él y sus hombres junto a la fogata rojacon sus rifles al hombro y envueltos en sus colchas,fumando o cantando canciones tristes del Norte,los hombres sin moverse y moviéndose sus sombras.Su cara era vaga como la de un espíritu,lejana por las meditaciones y los pensamientosy seria por las campañas y la intemperie.Y Sandino no tenía cara de soldado,sino de poeta convertido en soldado por necesidad,y de un hombre nervioso dominado por la serenidad.Había dos rostros superpuestos en su rostro:una fisonomía sombría y a la vez iluminada:triste como un atardecer en la montañay alegre como la mañana en la montaña.En la luz su rostro se le rejuvenecíay en la sombra se le llenaba de cansancio.Y Sandino no era inteligente ni era cultopero salió inteligente de la montaña.Cardenal se ha referido a los poemas de Gethsemani, Ky, con estas palabras: "Estos poemas, que más bien son apuntes de poemas, no tienen otro valor que el de ser un testimonio de la poesía indecible de esos días, que fueron los más felices y bellos de mi vida". Es, sin du­da, la voz de un poeta desde su retiro, de un religioso desde su voluntaria soledad ("Yo apagué la luz para poder ver la nieve. / Y vi la nieve tras el vidrio y la luna nueva. / Pero vi que la nieve y la luna eran tam­bién un vidrio / y detrás de ese vidrio / Tú me estabas viendo"), pero también es la voz de alguien que nunca deja de escuchar el mundo ("Me despierta en la celda el largo tren de carga"; "Hay un rumor de tractores en los prados"), ni siquiera cuando trata de escuchar a Dios ("Yo te oigo en el grito del grajo, / los gruñidos de los cerdos comiendo, / y el claxon de un auto en la carretera"). El poeta, el trapense de entonces, halla te­mas en el semáforo que está frente al monasterio, en los millones de cigarras que cantan, en los automóviles que pasan por la carretera "con risas de muchachas", en los novicios que se fueron y ahora estarán en Detroit o en Nueva York.Aun cuando se refiere a los trapenses que "se le­vantan al coro y encienden sus lámparas fluorescentes", recuerda que "abren sus grandes Salterios y sus Antifonarios, / entre millones de radios y de televisores. /Son las lámparas de las vírgenes prudentes esperando / al esposo en la noche de los Estados Unidos". Nicaragua está siempre presente ("Todas las tardes el "Louisville & Nashville" / por estos campos de Kentucky pasa cantando / y me parece que oigo el trencito de Nicaragua / cuando va bordeando el Lago de Managua / frente al Momotombo") y hay inocultables referencias a Somoza ("el dictador/gordo, con su traje sport y su sombrero tejano"; y luego, para que no haya dudas: "Somoza asesinado sale de su mausoleo", "La casa de Caifás está llena de gente. / Las luces del palacio de Somoza están prendidas").Sin embargo, el poema más profundo y más logrado se refiere a la hora del Oficio Nocturno, cuando "la Iglesia en penumbra parece que está llena de demonios"; el pasado regresa, es "la hora de mis parrandas", y vuelven escenas viejas, rostros olvidados, "cosas siniestras". Curiosamente, con el repaso de sus debilida­des humanas, el escritor ha construido la mejor de sus fortalezas poéticas.Alguna vez, comparando al inglés Gerard Manley Hopkins con el español Angel Martínez, ambos jesuitas, Cardenal escribió: "Pero es curioso que hay una circunstancia especial en el padre Angel que lo diferencia esencialmente de Hopkins: el haber estado en Nicaragua. Digo esto porque basta la lectura de cualquier poema suyo para darse cuenta de que la presencia del paisaje nicaragüense es siempre en él una sensación de alivio". También el "haber estado en Nicaragua" distingue este libro de Cardenal de toda otra poesía religiosa. Aquí y allá, Nicaragua siempre acude al poeta y aun cuando tal presencia tiene a veces su lado siniestro, es evidente que, para el poeta trapense, esa suerte de cilicio (intelectual, nostálgico) también incluye una sensación de alivio.Notas[1] En el trabajo Joaquín Pasos o el poema como crimen perfecto, también incluido en este volumen, figuran otros datos sobre el grupo Vanguardia.[2] Con posterioridad a la redacción y publicación (en la sección Al pie de las letras, del diario La Mañana, 1961) de esta nota, Cardenal siguió estudios de Teología en el Seminario de Cristo Sacerdote, en la Ceja, Antioquia, Colombia, habiendo recibido las órdenes sagradas el 15 de agosto de 1965.[3] Con posterioridad a la redacción y publicación de esta nota, Cardenal publicó: Salmos (1964) y Oración por Marilyn Monroe y otros poemas (1965). Una nueva edición de Hora O fue publicada en 1966 en la colección Aquí poesía, Montevideo.
Selección poéticaSALMO 1Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partidoni asiste a sus mítinesni se sienta en la mesa con los gangstersni con los Generales en el Consejo de GuerraBienaventurado el hombre que no espía a su hermanoni delata a su compañero de colegioBienaventurado el hombre que no lee llos anuncios comercialesni escucha sus radiosni cree en sus slogans.Será como un árbol plantado junto a una fuente.SALMO 5Escucha mis palabras oh SeñorOye mis gemidosEscucha mi protestaPorque no eres tú un Dios amigo de los dictadoresni partidario de su políticani te influencia la propagandani estás en sociedad con el gángster.No existe sinceridad en sus discursosni en sus declaraciones de prensaHablan de paz en sus discursosmientras aumentan su producción de guerraHablan de paz en las Conferencias de Pazy en secreto se preparan para la guerraSus radios mentirosos rugen toda la nocheSus escritorios están llenos de planes criminalesy expedientes siniestrosPero tú me salvarás de sus planesHablan con la boca de las ametralladorassus lenguas relucientesson las bayonetas...Castígalos oh Diosmalogra su políticaconfunde sus memorándumsimpide sus programasA la hora de la Sirena de Alarmatú estarás conmigotú serás mi refugio el día de la BombaAl que no cree en la mentira de sus anuncios comercialesni en sus campañas publicitarias, ni en sus campañas políticastú lo bendiceslo rodeas con tu amorcomo con tanques blindados.EPIGRAMAS:Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,un día se divulgarán tal vez por toda HispanoaméricaY si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,otras soñarán con este amor que no fue para ellas.Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,(escritos para conquistarte a ti ) despiertanen otras parejas enamoradas que los leanlos besos que en ti no despertó el poeta.Cuídate, Claudia, cuando estés conmigo,porque el gesto más leve cualquier palabra, un suspirode Claudia, el menor descuido,tal vez un día lo examinen eruditos,y este baile de Claudia se recuerde por siglos.Claudia, ya te lo aviso.De estos cines, Claudia, de estas fiestas,de estas carreras de caballos,no quedará nada para la posteridadsino los versos de Ernesto Cardenal para Claudia(si acaso)y el nombre de Claudia que yo puse en esos versosy los de mis rivales, si es que yo decido rescatarlosdel olvido, y los incluyo también en mis versospara ridiculizarlos.Esta será mi venganza:Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famosoy leas estas líneas que el autor escribió para tiy tú no lo sepas.Me contaron que estabas enamorada de otroy entonces me fue a mi cuartoy escribí ese artículo contra el Gobiernopor el que estoy preso.Imitación de PropercioYo no canto la defensa de Stalingradoni la campaña de Egiptoni el desembarco de Siciliani la cruzada del Rhin del general Eisenhower:Yo sólo canto la conquista de una muchacha.Ni con las joyas de la Joyería Morlockni con perfumes de Dreyfusni con orquídeas dentro de su caja de micani con cadillacsino solamente con mis poemas la conquisté.Y ella me prefiere, aunque soy pobre, a todos los millones de Somoza.De pronto suena en la noche una sirenade alarma, larga, larga,el aullido lúgubre de la sirenade incendio o de la ambulancia blanca de la muerte,como el grito de la cegua en la noche,que se acerca y se acerca sobre las callesy las casas y sube, sube, y bajay crece, crece, baja y se alejacreciendo y bajando. No es incendio ni muerte:Es Somoza que pasa.Hay un lugar junto a la laguna de Tiscapa--un banco debajo de un árbol de quelite--que tú conoces (aquella a quien escriboestos versos, sabrá que son para ella).Y tú recuerdas aquel banco y aquel quelite;la luna reflejada en la laguna de Tiscapa,las luces del palacio del dictador,las ranas cantando abajo en la laguna.Todavía está aquel árbol de quelite;todavía brillan las mismas luces;en la laguna de Tiscapa se refleja la luna;pero aquel banco esta noche estará vacío,o con otra pareja que no somos nosotros.Yo he repartido papeletas clandestinas,gritado: VIVA LA LIBERTAD! En plena calledesafiando a los guardias armados.Yo participé en la rebelión de abril:pero palidezco cuando paso por tu casay tu sola mirada me hace temblar.Recibe estas rosas costarricenses,Myriam, con estos versos de amor:mis versos te recordarán que los rostrosde las rosas se parecen al tuyo; las rosaste recordarán que hay que cortar el amor,y que tu rostro pasará como Grecia y Roma.Cuando no haya más amor ni rosas de Costa Ricarecordarás, Myriam, esta triste canción.Cuando los dorados corteses florecieronnosotros dos estábamos enamorados.Todavía tienen flores los cortesesy nosotros ya somos dos extraños.Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:yo porque tú eras lo que yo más amabay tú porque yo era el que te amaba más.Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:porque yo podré amar a otras como te amaba a tipero a ti no te amarán como te amaba yo.VI HACE MUCHO AÑOSVi hace muchos años desde un bus en Virginia o Alabamauna muchacha rosada, con pantalones azulessubida a una escalera, cortando manzanas(la madre llamando desde adentro)y otra muchacha, la hermana, pantalones azulespintando de blanco el porche de la casa-Y miraron hacia el bus que pasaba y aceleraba.El tiempo ha pasado como el bus de la Greyhoundpero quedaron, a pesar de los años, la pinturafresca en el porchela brocha chorreandola mano en la manzana, las miradashace años, una mañana, Virginia o Alabamael estado está olvidado.MANAGUA 6:30 PMEn la tarde son dulces los neonesy las luces de mercurio, pálidas y bellas...Y la estrella roja de una torre de radioen el cielo crepuscular de Managuaes tan bonita como Venusy un anuncio ESSO es como la lunaLas lucecitas rojas de los automóviles son místicas(El alma es como una muchacha besuqueada detrás de un auto)TACA BUNGE KLM SINGERMENNEN HTM GOMEZ NORGERPM SAF OPTICA SELECTAproclaman la gloria de Dios!(Bésame bajo los anuncios luminosos oh Dios)KODAK TROPICAL RADIO F&C REYESen muchos coloresdeletrean tu Nombre."Transmitenla noticia..."Otro significadono lo conozcoLas crueldades de esas luces no las defiendoY si he de dar un testimonio sobre mi épocaes éste: Fue bárbara y primitivapero poética.AMANECERYa están cantando los gallos.Ya ha cantado tu gallo comadre Nataliaya ha cantado el tuyo compadre Justo.Levántense de sus tapescos, de tus petates.Me parece que oigo los congos despiertos in la otra costa.Podemos ya soplar un tizón - Botar la bacinilla.Traigan un candil para vernos las caras.Latió un perro en un ranchoy respondió el de otro rancho.Será hora de encender el fogón comadre Juana.La oscurana es más oscura pero porque viene el día.Levántate Chico, levántate Pancho.Hay un potro que montar,hay que canaleatar un bote.Los sueños nos tenían separados, en tijerastapescos y petates (caeda uno en su sueño)pero el despertar nos reúne.La noche ya se aleja seguida de sus seguas y cadejos.Vamos a ver el agua muy azul: ahorita no la vemos. - Yesta tierra con sus frutales, que tampoco vemos.Levántate Pancho Nigaragua, cogé el machetehay mucha yerba mala que cortarcogé el machete y la guitarra.Hubo una lechuza a medianoche y un tecolote a la una.Luna no tuvo la noche ni lucero ninguno.Bramaban tigres en esta isla y contestaban los de la costa.Ya se ha ido el pocoyo que dice: Jodido, Jodido.Después el zanate clarinero cantará en la palmera,cantará: CompañeroCompañera.Delante de la luz va la sombra volando como un vampiro.Levántate vos, y vos, y vos.(Ya están cantando los gallos.)¡Buenos días les dé Dios!LA MAÑANITAHermano, amaneció. Mirá.Ahora podemos ver ya el volcán Masayay su humosaliendo del cráter, y la laguna, verde, de Masaya,más allá la laguna de Apoyo, muy azul,las Sierras, y serranías de color cielohasta la lejanía, la verdad esque nuestra tierra es de color de cielo,más lejos, ¿lo ves? el Pacífico,casi puro cielo bajo el cielo, la verdad esque estamos en el cielo y no lo sabemos,mirá, del otro lado el lago de Managua y el Momotombojunto al agua comoun triángulo de lago levantado ouna pirámide de cielo.Todo esto desde antes estaba allípero una oscura noche lo cubría,y no se veía. La noche de las tentaciones.Cada uno tenía su tentación.La tentación del falso amanecer que aún no podía ser.El yacer en una cama en plena noche soñando que es el amanecer.Ahora sí fue el amanecer, Pancho Nicaragua,todo está iluminadoalrededor de este rancho.La tierra y el agua. Lo podés ver.Y en aquella casita oigo cantar:"Qué alegre y frescala mañanita".
Oración por Marilyn Monroe
Señorrecibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe,aunque ése no era su verdadero nombre(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 añosy la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)y que ahora se presenta ante Tí sin ningún maquillajesin su Agente de Prensasin fotógrafos y sin firmar autógrafossola como un astronauta frente a la noche espacial.Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Times)ante una multitud postrada, con las cabezas en el sueloy tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno maternopero también algo más que eso... Las cabezas son los admiradores, es claro(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpoen el que está el Hijo del Hombre con un látigo en la manoexpulsando a los mercaderes de la 20th Century-Foxque hicieron de tu casa de oración una cueva de ladrones.Señoren este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tiendaque como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotrospor nuestra 20th Centurypor esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.Para la tristeza de no ser santosse le recomendó el Psicoanálisis.Recuerda Señor su creciente pavor a la cámaray el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escenay cómo se fue haciendo mayor el horrory mayor la impuntualidad a los estudios. Como toda empleadita de tiendasoñó ser estrella de cine.Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva. Sus romances fueron un beso con los ojos cerradosque cuando se abren los ojosse descubre que fue bajo reflectores¡y se apagan los reflectores!Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)mientras el Director se aleja con su libretaporque la escena ya fue tomada.O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Ríola recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsorvistos en la salita del apartamento miserable.La película terminó sin el beso final.La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.Fuecomo alguien que ha marcado el número de la única voz amiga y oye tan solo la voz de un disco que le dice: WRONG NUMBERO como alguien que herido por los gangstersalarga la mano a un teléfono desconectado. Señor:quienquiera que haya sido el que ella iba a llamary no llamó (y tal vez no era nadieo era Alguien cuyo número no está en el Directorio de Los Ángeles)¡contesta Tú al teléfono!Ernesto Cardenal

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