9/11/07

LA CONQUISTA, HUESTE Y EMPRESA





Después de la empresa de Colón, España se encontró frente a la enorme tarea de conquistar todo un continente nuevo y fascinante, con riquezas y recursos desconocidos en Europa; con culturas y civilizaciones de notable adelanto tecnológico; con millones de habitantes con creencias, costumbres y modos de vida que los europeos no habían visto jamás.
España consiguió transmitir a América toda su cultura (idioma, religión, costumbres, etc), borrando prácticamente los elementos culturales básicos de los pueblos de América. ¿Cómo se dio este proceso? ¿A través de qué mecanismo? ¿Qué roles cumplió el Estado y los conquistadores?
1.- La empresa de conquistas: en primer lugar el proceso de conquista tuvo como características central justamente eso, el ser una empresa, en el sentido que la preocupación central de quienes la ejecutaron no fue la evangelización o la culturización de los pueblos nativos sino el obtener ganancias (lucro) en dicho proceso.
Esta empresa, además, tuvo otra característica: fue privada. No fue el Estado español quien la ejecutó sino personas privadas; hombres que por su cuenta se embarcaban en los puertos españoles y venían a estas nuevas tierras en busca de fortuna.
2.- El conquistador: los hombres que pasaron a América poseían todos algunas características comunes que nos permiten hablar de un tipo social. Los elementos principales que comparten todos ellos son la procedencia (de qué región de España provenían), el origen social (de qué clase social surgieron) y sus motivaciones.
La gran mayoría de los conquistadores provenían de las regiones del sur de España, especialmente Castilla, Andalucía y Extremadura. Esto fue así por dos razones. En primer lugar porque esas zonas eran las más cercanas a los principales puertos de España desde donde zarpaban los barcos hacia América.
3.- El origen social: la sociedad española del siglo XVI estaba marcada por una fuerte jerarquización social, a tal punto que casi se puede hablar de castas sociales. Los dos grupos sociales principales eran la nobleza y el grupo social bajo al que llamaremos los no nobles.
Dentro de la nobleza había varios grupos, quedando al final de la escala los llamados hidalgos segundones; aquellos que por no ser primogénitos eran afectados por la costumbre del mayorazgo, que entregaba toda la fortuna familiar al hijo mayor. El hidalgo segundos se encontraba así en una incómoda situación, pues era dueño del orgullo de ser nobles, pero no tenía ninguna fortuna. Las posibilidades que le quedaban para sobrevivir con dignidad, como se decía en la época, eran tres: la espada, la cruz o las letras; que significaba que podían ingresar al ejército, optar por la carrera eclesiástica o estudiar y transformarse en letrado.
Por eso dentro del grupo noble éste era el que se encontraba en mejores condiciones de participar en la conquista de América.
El grupo no noble, llamado genéricamente villanos (pues habitaban en villas), estaba también subdividido en grupos internos, aunque esta división no era tan marcada como dentro de la nobleza ya que se refería más bien a diferencias de funciones en el proceso productivo. Estaban los artesanos y pequeños comerciantes, el campesinado –que era la mayoría-, y un conjunto de otros oficios y actividades dispersas. Pero todos, sin excepción, componían la fuerza de trabajo de la sociedad española y eran quienes, con el pago de impuestos o mano de obra barata, ayudaban a sostener todo el sistema social y político de España.
En general, eran un grupo despreciado y vilipendiado por los nobles.
Aquí con un poco de suerte y de carácter, no sólo podían salir de la pobreza, sino incluso cambiar su status social, pues todos querían olvidar su origen innoble y ponerse en la cúspide social simplemente por su valor como conquistadores y haciendo, por supuesto, fortuna. Además, pensaban que los indígenas se les podía someter y transformarlos en la mano de obra barata que ellos eran en España.
Esta es la razón por la cual la mayoría de los conquistadores va a originarse en este grupo de los llamados villanos.

4.- Las motivaciones del conquistador: las motivaciones que los conquistadores tuvieron para pasar a América están indisolublemente ligadas a la sed de fortuna y de ascenso social. Ellas se resumen, entonces, en:
La búsqueda de riqueza fácil: el conquistador no venía aquí pensando en trabajar sino en encontrar como Cortez en México o Pizarro en Perú, una rica ciudad cubierta de oro. El oro era el sueño obsesivo de todo conquistador. De allí el surgimiento de la leyenda de El Dorado, una ciudad fantasma toda de oro, que algunos españoles buscaron hasta morir.
Es bastante significativo que la conquista fuese muy rápida en las regiones ricas y muy lenta en zonas pobre como Chile.
Diego de Almagro llegó a Chile engañado por los incas que le hablaron de un país abundante en oro; al no encontrarlo dio la vuelta al Perú que seguía brindado posibilidades de riqueza fácil. A su vez, Valdivia tuvo dificultades en la conquista y sólo hubo interés en participar al descubrirse los lavaderos de Marga Marga y Quilacoya. La mantención de la conquista al sur del Biobío fue posible sólo por la abundante mano de obra y las faenas auríferas en los lavaderos de oro (oro extraído de la arena de los lechos de ríos).
La búsqueda fácil en algunos lugares no fue en torno al metal amarillo sino que cualquier tipo de bienes de gran valor como perlas, esmeraldas y piedras preciosas en general.
Aspiraciones señoriales: fuesen hidalgos o villanos todos los conquistadores soñaban con llevar una vida señorial de acuerdo al modelo impuesto por la nobleza en España.
Todos querían olvidar su pasado u origen social, especialmente los villanos. Aquí en América cada uno trató de ascender socialmente, incluso levantándose una ascendencia noble con documentos falsos.
Para ascender socialmente los mecanismo principales fueron la riqueza fácil, en primer lugar, y la fama y el prestigio, en segundo lugar.
La riqueza era considerada por los conquistadores como un requisito indisoluble ligado a la honra y la nobleza. En este sentido aparece también la tierra como fuente de fortuna, sobre todo porque la nobleza española era eminentemente terrateniente. Muchos conquistadores ambicionaban una buena merced de tierra y encomienda para asimilarse al modelo noble.
Fama y prestigio: los grandes conquistadores de América se destacaron por sobre el resto por mérito propio. Valdivia dio clara demostración de esto al venir a Chile, dejando las riquezas que había obtenido por servicios prestados a Pizarro. El lo expresó muy bien cuando al escribir al rey Carlos V aseguró que su deseo era "dejar fama de mí". El ideal en esta lucha por el ascenso social era obtener un título de nobleza o un título como el de adelantado, otorgado por el rey. El simple derecho de usar el título de don antes del nombre elevaba al individuo a una condición social de nobleza. el español de origen villano aspiraba a que se le reconociese por lo menos su condición de hidalguía, esto es de origen noble.
Afán de aventura: el espíritu renacentista que llamaba al hombre a confiar en sus capacidades y además a conocer el mundo temporal, estuvo muy presente en la empresa conquistadora. El hombre español estuvo dispuesto a arriesgar su vida y a veces sus posesiones personales para venir a intentar un negocio incierto pero que tenía el atractivo de lo aventurero y donde él pondría a prueba sus capacidades como hombre.
El servicio del rey y la evangelización: el conquistador revistió su empresa de conquista cuyo objetivo fundamental era hacer fortuna personal, con algunos elementos que la hacían aparecer como una actividad más noble. Estos elementos fueron el servicio del rey y la evangelización.
El servicio al rey se explica por la devoción que existía hacia la persona del monarca, símbolo de la España unificada y posteriormente de la España dueña del mayor imperio del mundo en su época, el siglo XVI. La España poderosa se expandía en Europa y entonces América era una etapa más del desarrollo de la metrópoli en su dominio del mundo.
El conquistador jamás olvidó esto, porque además servir bien al rey significaba la posibilidad de recompensa por parte de éste. De ahí el empeño de Pedro de Valdivia por comunicar al rey todo lo que estaba haciendo en Chile, que no eran otra cosa según Valdivia que para "el acrecentamiento del patrimonio y rentas reales de Vuestra Majestad".
Así también se explica su afán por aumentar la belleza y el valor de las tierras que estaba conquistando, como también los peligros y penurias sufridas en la empresa, como una forma de elevar sus hazañas a los ojos del rey.
La relación al espíritu religioso y la evangelización arranca desde la época de la reconquista española a lo largo del siglo XVI cuando los reyes católicos terminaron por expulsar a los moros del sur del España. Según esta imagen de triunfo, los conquistadores españoles continuarían ahora en América esta cruzada contra los paganos indígenas americanos. Por eso los españoles resultaron implacables y violentos en la destrucción de las creencias religiosas de los pueblos prehispánicos.
Sin embargo, la imposición del cristianismo fue una tarea que preocupó fundamentalmente a la Corona y a la Iglesia Católica, que envió gran cantidad de misioneros a América. Al recibir los reyes de España las concesiones territoriales de América por parte del papado, recibió también el encargo de convertir al cristianismo a los habitantes de las tierras que se iban a conquistar. Por ello el rey exigió la inclusión de un sacerdote en cada expedición de conquista.
Los conquistadores por su parte, tenían permanentemente a Dios y los Evangelios a flor de boca, pero sus actos distaron mucho de ser ajustados a los preceptos religiosos que decían promover. La gran mayoría dio un trato cruel a los indios que debían evangelizar, de ahí también que la iglesia ante los abusos y maltratos se transformó en la gran defensora de los indios en América.
5.- El rol del Estado español: si la conquista fue hecha por los conquistadores ¿qué rol correspondió al Estado español?
Contrariamente a lo que se pudiera pensar, el rey nunca perdió el dominio del proceso.
En primer lugar, sólo él podía autorizar la conquista de un territorio. Esto generalmente se hacía a través de un contrato entre el rey un particular (el conquistador) llamado capitulación, por estar dividido en capítulos. En este documento a parte de ser autorizada la conquista, el rey otorgaba títulos y cargos a los capitanes de conquista, nombre que recibía el particular que firmaba la capitulación, y además les otorgaba el derecho de repartir premios entre sus principales colaboradores. El rey traspasaba al capitán de conquista sus derechos sobre el territorio y las personas que originalmente lo habitaban (léase los indios). Por eso el capitán de conquista podía repartir tierra (mercedes de tierras) e indígenas (encomiendas). Además, se concedían solares y chacras.
Por otra parte, la corona se reservó el derecho de reglamentar el proceso a través de una profusa legislación. Todos los aspectos del proceso de conquista fueron debidamente expresados conforme a las leyes. Desde los requisitos de organizar una empresa de conquista hasta cómo tomar posesión del territorio, cómo fundar una ciudad, el trato que se debía dar a los indígenas, etc.El tercer papel que cumplió la corona sólo apareció una vez que los conquistadores cumplieron su función de someter un determinado territorio. Entonces, el Estado español comenzó a tomar las riendas del proceso asumiendo el gobierno y la administración de las colonias. Esto se hizo a través de una serie de organismos y funcionarios a la cabeza de los cuales estuvo el llamado Real y Supremo Consejo de Indias.
6.- Tipos de empresa y los centros de dispersión de la conquistas: ¿cómo se organizaba una empresa de conquista? Los españoles recién llegados a América se reunían en algunas de las ciudades donde se organizaban y desde donde partían las expediciones.Aunque en la práctica todas las primeras ciudades fundadas por los españoles cumplieron esa función, los principales centros de dispersión de conquista fueron Santo Domingo, Cuba, Panamá, México y Perú.Los tipos de empresa de conquista pueden ser divididos en grandes y pequeños. Los segundos estaban compuestos por un capitán de conquista y su hueste (el grupo de españoles e indios que formaban el grupo de conquista). Cada uno de los participantes se asociaba con los otros y debía hacer un aporte ya fuera en dinero o especies (armas, caballos, alimentos o indios). De acuerdo a ese aporte serían las ganancias que se obtendrían al momento de la repartición.Generalmente quien hacía el mayor aporte sería el jefe o capitán de conquista de la empresa. Otras veces ese cargo lo ejercía quien sabía hacia dónde ir o dónde se podía encontrar riqueza fácil.Las pequeñas empresas más comunes fueron la de rescate, que consistía simplemente en intercambiar con los indígenas baratijas por oro (rescatar significaba intercambiar), y la de cabalgada, en cambio consistía en penetrar en el territorio de los indígenas bajo la excusa que éstos no habían querido someterse pacíficamente al dominio español y capturarlos para venderlos como esclavos.Estos dos tipos de empresa se hicieron en los inicios de la conquista de América en las regiones del Caribe y Centroamérica.Pero la empresa más importante fue la de conquista. Este tipo de agrupación sólo se dio ocasionalmente. En ella se reunía dos o más capitanes de conquista sumando así sus respectivas hueste y fortunas. Esto se hacía cuando el objetivo a lograr era de grandes proporciones, de tal manera que un solo líder no sería capaz de alcanzarlo.Un ejemplo típico de gran empresa de conquista fue la del Perú, donde confluyeron los grandes capitanes Pizarro y Almagro, más el aporte de De Luque, para reunir una gran hueste e incluso comprar barcos para la expedición.La organización de una empresa de conquista seguía todo un trámite ante el rey que se puede apreciar en los esquemas adjuntos a este apunte.Para ascender socialmente los mecanismos principales fueron en primer lugar la Riqueza y luego la Fama y el Prestigio Personal.La riqueza era considerada por los conquistadores como un requisito indisolublemente ligado a la honra y a la nobleza. En este sentido aparece también la Tierra como una fuente de fortuna, sobre todo porque la nobleza española era eminentemente terrateniente. Muchos conquistadores ambicionaban una merced de tierra y encomienda para imitar el modelo aristocrático español
Composición de una hueste
"La composición de una hueste ideal, tomado como ejemplo los conquistadores de Chile, se formaría con un 25 por 100 de hombres que tienen de treinta y uno a cuarenta años, superando incluso los promedios de vida de los centros urbanos europeos; el 51 por 100 posee entre veintiuno y treinta años, mientras el señuelo de la conquista no obra masivamente entre los jóvenes mozos de dieciséis a veintiún años, ya que alcanza un 16 por 100 de los 2.691 hombres identificados por Sergio Vergara, en las varias tentativas de la primera conquista de Chile.pppLa experiencia fue consolidando el prestigio del conquistador llegándole el éxito - si es que le llegaba- después, de muchos intentos para alcanzarlo. América obligaba - obliga- a un largo aprendizaje y no son frecuentes las subidas rápidas, los golpes de suerte ni las fortunas inmediatas. El éxito se fue trabajando con apretada paciencia y constancia, casi como siguiendo un escalafón, en donde la edad -junto a la experiencia- en la dirección de huestes y en los cargos directivos era, también, factor importante"
De Solano, Francisco, Et. Al, Proceso histórico al conquistador, Ed. Alianza, Madrid, 1988. P. 25
El conquistador español
"Solamente tiene nombre propio el colono-soldado español que se enrola en una empresa de penetración en el territorio: empresa concebida bien para ayudar a la definición geográfica o para su ocupación efectiva. Se le conoce por conquistador, y posee unas características propias y singulares, aunque bastantes otras de sus cualidades (negativas y positivas) sean semejantes a las poseídas por los colonos-soldados de Portugal, Gran Bretaña, Francia y Holanda, y desarrolladas por los espacios americanos por donde se expandieron estas potencias europeas.pppEl conquistador está, así mismo, delimitado por fechas: desde 1506 (conquista de Puerto Rico) a 1573, en que Felipe II sanciona unas Nuevas Ordenanzas de Descubrimiento y Población, documento capital por el que se considera concluido el periodo ocupacional y conquistador para pasar al de pacificación, al de una sistemática colonización: las empresas expansivas que se realizaron a partir de 1574 ya no estarán encuadradas (o definidas) como conquistas, ni por conquistadores, ni sus protagonistas alcanzarían los grados sociales y económicos que los conquistadores habían alcanzado en otras zonas, aunque obtendrían otras recompensas sociales y premios económicos.pppEl conquistador español nace entre dos fechas bastante próximas: entre 1460 y 1530. El grupo conquistador, numéricamente corto, se distribuye entre 1460 - fecha del nacimiento de Juan Ponce de León, el vallisoletano conquistador de Puerto Rico y descubridor de Florida a 1528, fecha del nacimiento del vasco Juan de Garay, fundador del segundo Buenos Aires. Entre ambas fechas nacen mayoritariamente en España los protagonistas de la formidable penetración y ocupación del continente americano"
De Solano, Francisco, Et. Al, Proceso histórico al conquistador, Ed. Alianza, Madrid, 1988. P. 15, 16 ---

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